La
enorme 'fiesta democrática', que se esperaba iba a estallar
a toda plenitud el 3 de julio, brilló por su ausencia. Sí, hubo
expresiones de gozo y de júbilo transmitidas por los mass-media
pero muy aisladas. . El pueblo, en sí, no se volcó a las calles;
más bién se mantuvo y se mantiene en 'estado de alerta', en
suspense por lo que sobrevendrá esperando que el 'milagro
democrático' cobre vida, que se manifieste a través de eventos
espectaculares, que difícilmente se darán al corto plazo (¿el
sup Marcos estrechando la mano del Presidente Fox?; ¿las
ONGs festejando el "triunfo de la democracia" en toda
clase de foros y espacios públicos?; ¿la 'intelligentzia'
celebrando, como Stravinsky, la "Consagración de la
Primavera", por referirnos al 'verano electoral' de
signos impredecibles?; ¿ la gran masa estudiantil y de jovenes
de la New Age aclamando el inminente arribo del Presidente
Fox a Los Pinos...?).
Y
los ejemplos pueden proseguir hasta llenar páginas enteras.
Pero nada. Más que ambiente de 'apoteosis democrática' se presiente
incertidumbre, escepticismo, zozobra; cada paso que da el nuevo
Mandatario resulta sospechoso; su propio 'pre-Gabinete'
no satisfizo, del todo, a la gran masa electoral y ciudadana
que esperaba la elección de verdaderos superhombres en
áreas estratégicas de Gobierno, como lo son la económica, la
política, la social y la de seguridad y justicia. A cambio de
ello, Fox hechó mano de su círculo de confianza saturado de
gente desconocida y sin el suficiente background para
convencer a un pueblo ampliamente politizado y que exige participación
en las grandes decisiones, que le afectarán de una manera u
otra.
Como
lo destaqué en mi pasada colaboración titulada: "Arranca
el Gobierno de Fox a nivel de...¿excelencia?" ('Página
Uno', 23-VII-00), el 'pre-Gabinete' difícilmente
refleja el nivel de expectativas y los perfiles exigidos por
los 'head-hunters' contratados por Fox para contar con
los mejores hombres: los más eficientes, los más honestos, los
más inteligentes, los de mayor experiencia, los más decididos.
Aunque ello no signifique descalificar, a priori, al
"primer equipo" (¿Santiago Creel, en Gobernación?;
¿María del Carmen Díaz, en la SEDESOL?; ¿Francisco Javier Molina,
exProcurador de Justicia en Chihuahua, como inefable 'zar
anticorrupción' al frente de la nueva Secretaría de Justicia?;
¿Jorge G. Castañeda, sin el más mínimo background diplomático,
despachando en la Cancillería?; ¡Ramón Muñoz, exejecutivo de
Bimbo, nuevo titular de la SECODAM, si ésta no desaparece?;
¿Porfirio Muñoz Ledo, coordinador de la 'reforma del Estado'...?),
si resulta extraño el no ver en la "primera lista"
a grandes eminencias nacionales de prestigio nacional e internacional,
mismos que están ausentes en la lista de los "26"
que formarán parte del equipo económico de transición presentados
por Luis Ernesto Derbez y por Eduardo Sojo, defensores a ultranza,
estos últimos, de la "privatización" (disfrazada de
"inversión) de los ramos petroquímico y eléctrico (para
empezar). Entre los "26" destaca la presencia de Fausto
Alzati, efímero Secretario de Educación Pública con el Presidente
Zedillo.
¿Fin
a la pobreza, como primera ofensiva espectacular?
Tras
la visita de Fox, virtual Presidente electo, al despacho de
Carlos Jarque, titular de la SEDESOL, los coordinadores del
área social, María del Carmen Díaz y Carlos Flores, anunciaron
que en la futura administración se duplicaría la partida asignada
para el "combate a la pobreza" en un 2% del PIB (casi
$10,000 millones de pesos) además de consolidar el PROGRESA
con un nuevo criterio (no asistencialista al 100%) y de promover
una política de microcréditos destinada a generar 'autoermpleos'´vía
la autogestión ciudadana como ocurre en lugares como Bangladesh
donde el 'banquero de los pobres' y director del revolucionario
Grameen
Bank (primera banca social de gran éxito), Muhamad Yunus,
acaba de ser propuesto por el mismísimo Presidente Clinton para
competir por el Premio Nobel de Economía (en 1998, el
hindú Amartya Sen, experto en 'economía de la pobreza'
y profesor en la Universidad de Harvard, fué honrado con dicho
galardón).
Desde
el Banco Mundial, escuela durante 15 años del futuro Secretario
de Hacienda Luis Ernesto Derbez, se ha promovido la lucha contra
la pobreza propiciando políticas de participación comunitaria
en diversas regiones, que han tenido éxito y que posiblemente
se aplicarán en el Gobierno de Fox, sin excluir las prácticas
exitosas logradas con la instauración del modelo sueco lidereado
por Gunnar Myrdal, así como por el modelo de 'desarrollo
humano sustentable', ampliamente analizado por la ONU a
través del 'Informe 1995 del PNUD (Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo Humano) enfocando sus cuatro elelmentos
fundamentales: Productividad, Equidad (Igualdad Social), Sostenibilidad,
y Potenciación (énfasis en la capacidad, creatividad, iniciativa
y rol de la persona como agente de su destino), variables muy
cercanas al 'espíritu foxista'.
El
otro eje que da sustento a una Política Social Integral, lo
es la Política Económica, cuyo gran objetivo es lograr un crecimiento
del orden del 7% anual al partir del tercer año de Gobierno,
como lo enfatizaron el propio Derbez y Eduardo Sojo en el programa
televisivo 'Zona Abierta' instaurando profundas reformas
económicas y fiscales que repercutan en una equitativa distribución
del ingreso y de la riqueza (actualmente, el 10% de la población
o decil X dentro de la configuración del INEGI concentra el
38% de los ingresos mientras casi 60 millones de mexicanos sólo
reciben una cuarta parte del ingreso total nacional).
El
desafío de Fox es titánico: ¿cómo lograr la creación de casi
1.4 millones de empleos anuales recuperando los niveles salariales
y controlando la inflación? ¿Cómo asignar un gran gasto social
(p.e.8% al renglón educativo) sin generar déficit fiscal? ¿Cómo
propiciar una mejor distribución del ingreso y de la riqueza,
a la vez que se aumenta el marco desregulatorio de las empresas
y se protege a los grandes inversionistas? ¿Cómo consolidar
la rectoría económica del Estado mientras se impulsan las privatizaciones
(electricidad, petroquímica, telecomunicaciones, etc.), se
dimensiona la macroeconomía a través del comercio exterior vía
instrumentos como el TLC y el TLCUE (con la respectiva concentración
del ingreso, que no se "derrama" en la cuantía requerida)
y se consideran casi 'sagradas' e inmutables las 'leyes del
mercado' que rigen la oferta y la demanda? ¿Cómo generar crecimiento
mientras se adoptan, sin chistar, las sugerencias del Fondo
Monetario Internacional, del Banco Mundial, del BID y del Departamento
del Tesoro estadounidense que mantienen a México como 'rehen
deudor'?.Cómo eficientar PEMEX (aporta el 65% de sus ingresos
al erario federal) en lo interno enfrentando, además, las oscilaciones
en el precio del petróleo implantadas por la OPEP? ¿Cómo 'reinventar'
y consolidar a la micro, pequeña y mediana empresa, verdadero
universo detonador del empleo y de la distribución del ingreso?
El
dificil (casi imposible) camino a la Democracia
Para
el flamante Presidente electo, todas son interrogantes sin respuesta,
aunque existan infinidad de escenarios prospectivos al mediano
y largo plazo (al corto plazo, ya se publicitó que el Presupuesto
que regirá en el 2001 será austero y poco flexible, permitiendo
un margen de movimiento del 15% aproximadamente impactando negativamente
al gasto social). Aunado a la 'barrera presupuestal', Fox tendrá
que verselas con un Congreso tripartidista donde nadie tiene
mayoría absoluta, por lo que se exigirá una estrategia de cabildeo
permanente para poder sacar, con éxito, las iniciativas y propuestas
presidenciales, como lo es la polémica 'Ley de Derechos y
Cultura indígena' que facilitaría la paz en Chiapas, ahora
a cargo del panista Luis H. Alvarez, miembro de la COCOPA y
coautor del texto original de dicha Ley partiendo de los Acuerdos
de San Andrés Larráinzar firmados en 1995 por el Gobierno
Federal y nunca respetados. En el DF, el Presidente electo
no las tiene todas consigo ante la animadversión exteriorizada
por el mismo Manuel López Obrador enfrentando los signos del
nuevo Gobierno (¿el continuismo zedillista?).
Por
el lado de la sociedad, ésta permanece expectante: cada acción
o cada mensaje, cargados de significados múltiples, genera una
diversidad de lecturas que pueden revertírsele al emisor del
mensaje en cualquier momento. La desconfianza aún está a flote,
por no decir que a flor de piel (hay que subrayar que Fox logró
un poco más de 16 millones de votos contra más de 20 millones
acumulados entre el PRI y el PRD). La incredulidad es un lugar
común. Todos esperan algo, pero "¡hoy, hoy, hoy!",
como diría, con impaciencia, el mismo Fox. Y, mientras, el PRI
y el PRD naufragan en la confusión total, enfrentando un desfase
y una ruptura internas sin precedente contribuyendo a aumentar
la "confusión general", como diría Aldo Pellegrini
con relación al arte contemporáneo (en el PRI, la ofensiva
de Roberto Madrazo y de José Murat contra la nueva 'Nomenklatura'
es más que evidente, mientras que en el partido del sol azteca
la bellísima Amalia García logró contrarrestar, en apariencia,
un potencial 'golpe de Estado' perpetrado por los 'Chuchos'
de la Nueva Izquierda (Jesús Zambrano y Jesús Ortega)
que buscan imponer, en la presidencia del PRD y contando con
el beneplácito de Cuauhtémoc Cárdenas, a la mismísima Rosario
Robles). En fín, los "vientos huracanados de la democracia",
profetizados por Fox, amenazan con convertirse en peligrosas
lluvias tropicales.
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